Laboratorio Soluna

Cerezas: ricas y sanas

Consumir  cerezas  es una oportunidad de proveer al organismo de más ácido fólico (muy interesante en el embarazo y la infancia), más fibra, fotoquímicos antioxidantes y minerales como el potasio y el magnesio.

Aquí algunos beneficios del consumo de cereza:

  1. Fruta dulce apta para diabéticos. Las cerezas, junto con el plátano, las uvas y los higos, han estado durante muchos años desterradas de la dieta de las personas con diabetes. En el caso particular de las cerezas, 100 g proporcionan 10 g de azúcares, una cantidad similar a la de multitud de frutas, como el kiwi, la nectarina, la mandarina, la naranja, la manzana o la pera.
  2. Calorías, las justas. Las calorías, junto con los azúcares, son el motivo principal de preocupación de quienes están a dieta y se privan de las cerezas, a la vez que se decantan por otras frutas. La cerezas aportan multitud de fitoquímicos antioxidantes, variedad de vitaminas y de minerales.
  3. Antioxidantes para una piel nutrida y cuidada. Las cerezas son frutas que destacan por su riqueza en antioxidantes, compuestos que tiñen de rojo su pulpa y su piel. Los antioxidantes hacen una labor intensa en el cuidado de la piel: por un lado, ayudan a mantener la tersura y nutrición; y, por otro, contrarrestan los efectos dañinos y de envejecimiento prematuro de los rayos del sol sobre la dermis. Comer un puñado de cerezas cada día, en el tiempo que dure la temporada, es bueno para nutrir la piel y prepararla para el sol del verano.
  4. Cerezas para combatir el sueño. Las cerezas contienen melatonina, además de triptófano y serotonina, según informa el grupo de investigación en Neuroinmunofisiología y Crononutrición de la Universidad de Extremadura (UEx). Estos compuestos están relacionados con la mejora de los ciclos de sueño y vigilia y con la sensación de relajación. Esta es la razón científica que ha llevado al equipo de expertos de la UEx a evaluar el efecto en el descanso y en el sueño del consumo de cerezas.
  5. Ácido fólico para las embarazadas. Un zumo, de cereza batido o crema de cerezas mezcladas con fresas o frambuesas y zumo de naranja multiplica por tres el contenido de ácido fólico y puede ser un tentempié refrescante que acompañe al desayuno o al bocadillo del almuerzo o de la cena.
  6. Cerezas para la hipertensión. El consumo de diuréticos, fármacos comunes en el tratamiento de la hipertensión arterial,tiene como efecto secundario una mayor eliminación de potasio, que se pierde por la orina. Si las pérdidas no se compensan con una adecuada ingesta, se corre el riesgo de sufrir su carencia. El déficit de potasio puede provocar debilidad de los músculos, taquicardia, sed y falta de apetito. Las cerezas son, junto con el plátano, el melón, la uva frutas que más potasio contienen.
  7. Cerezas para una rápida recuperación muscular. Las cerezas, entre otros frutos rojos, por su riqueza en antocianinas antioxidantes, se proponen como frutas idóneas para acelerar la recuperación muscular de los atletas tras una dura sesión.

Por ello, comer frutos rojos ricos en antioxidantes puede disminuir el daño oxidativo en los músculos y permitir una recuperación más rápida.

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