Por curioso que nos parezca, y tal como nos indican los especialistas, es muy común tener un nivel insuficiente de vitamina C. Siempre pensamos aquello de que sin este elemento esencial, seremos más proclives a sufrir condiciones como resfriados o mala cicatrización de las heridas.
Sin embargo, tal y como hemos señalado, el órgano que más parece necesitar vitamina C es el cerebro. Sin ella nos notaremos más agorados. Tendremos problemas de concentración, además de una mayor sensación de estrés. Asimismo, también debemos recordar que necesitamos del ácido ascórbico (vitamina C) para mejorar la absorción del hierro.
Para concluir, sabemos ya que la vitamina C nos ayuda a reducir el estrés. No obstante, no olvidemos también mejorar nuestros hábitos de vida. Evitar el tabaco, realizar algún deporte e integrar en el día a día adecuadas técnicas de relajación y gestión de la ansiedad y el estrés nos servirá también de ayuda.