La vitamina B5 (ácido pantoténico) está disponible en una variedad de alimentos como el hígado y riñones, la levadura, la yema de huevo y el brócoli. El pescado, los moluscos, el pollo, la leche, el yogur, los champiñones, el aguacate y las batatas son otras buenas fuentes.
Los cereales integrales también son una buena fuente de ácido pantoténico, pero los cereales procesados y refinados pierden entre un 35 y 75% del mismo. Los alimentos congelados y enlatados sufren una pérdida similar.
Parte de la vitamina B5 (ácido pantoténico) es sintetizada por las bacterias que normalmente colonizan el colon humano (intestino grueso). Aún no se sabe si los humanos pueden absorber este ácido pantoténico en cantidades significativas.
Los suplementos suelen contener pantotenol, un derivado del alcohol más estable, que es convertido rápidamente a vitamina B5 (ácido pantoténico) por el cuerpo humano.
El calcio y el D-pantotenato sódico, la sal cálcica y sódica del ácido pantoténico, también están disponibles en forma de suplementos .