El fósforo es un mineral esencial para el organismo. Está presente en cada célula del cuerpo. Interviene en la formación de huesos y dientes y desempeña un papel fundamental en el almacenamiento y utilización de energía
El fósforo es un mineral que podemos encontrar en todas las células de nuestro organismo. Sus propiedades juegan un papel muy importante en la formación, desarrollo y mantenimiento de los dientes y los huesos. Interviene en la producción de la leche materna y en la creación y crecimiento de las células y tejidos musculares, sirve de conexión y transmisión entre los distintos nervios del cuerpo (impulso nervioso), regula los latidos del corazón y tiene un rol fundamental a la hora de almacenar y utilizar la energía (contracción de los músculos); de hecho, participa en la producción del ATP, una molécula encargada de suministrar energía a las células. Y, por si fuera poco, forma parte del ADN (genes) y de algunas grasas, proteínas e hidratos de carbono.
El fósforo es, junto al calcio y el magnesio, uno de los elementos más abundantes del organismo; constituye el 1% del peso corporal de una persona. Llevar una alimentación equilibrada y variada es la manera más adecuada de asegurarnos cubrir el aporte necesario de este mineral.
La dosis de fósforo diaria recomendada oscila, independientemente del sexo, entre los 700 y los 1.200 miligramos. Para un adulto cuyo peso corporal sea de 70 kilos, la dosis recomendada se situaría en torno a los 700 miligramos diarios. En el caso de mujeres embarazadas o lactantes la cifra puede ser superior.