El gobierno de Corea del Sur encendió las alarmas al notar la alta dependencia de los adolescentes a sus teléfonos celulares. Por eso, creó unos campamentos de desconexión y desintoxicación que solo en este año han recibido a más de 400 participantes. ¿En qué consisten? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de la adicción de jóvenes a los celulares? ¿Solo sucede en este país?
El año pasado, cerca del 30% de jóvenes de Corea del Sur, que tenían entre 10 y 19 años, fueron clasificados como “demasiado dependientes” a sus celulares. Pixabay
Yoo Chae-rin, una adolescente surcoreana de 16 años, empezó a notar que tenía un problema cuando se dio cuenta de que había pasado 13 horas pegada al celular, ya eran las cuatro de mañana y en menos de tres horas tenía que levantarse para ir al colegio. (Le puede interesar: ¿Qué es la adicción al celular y cómo abordar ese problema?)
Ver esa realidad la hizo inscribirse en un campamento, dirigido por el gobierno de Corea del Sul, para jóvenes que no pueden dejar su celular a un lado. “Incluso cuando sabía que debía dejar de usarlo, simplemente seguía haciéndolo. No podía parar”, aseguró Yoo a la cadena CNN, que publicó la historia.
Su historia no es la única. De hecho, el país tiene uno de los índices más altos de personas con celular en el mundo, y más del 98% de adolescentes surcoreanos aseguraron que usaron uno en 2018, según informó el gobierno. Sin embargo, lo grave no es que tengan teléfonos móviles, sino que ya algunos están mostrando señales de adicción.
Las estadísticas son alarmantes. El año pasado, cerca del 30% de jóvenes del país, que tenían entre 10 y 19 años, fueron clasificados como “demasiado dependientes” (overdependent) de sus celulares, aseguró el ministerio de Ciencia, Información y Tecnología de comunicaciones del país. En otras palabras, esto significa que han tenido “consecuencias serias” por el uso de los aparatos, incluso una disminución de su autocontrol.
De un sondeo que realizó la Agencia Nacional de Información de la Sociedad surcoreana con 4.886 adolescentes se concluyó que el 43% de ellos encontraba difícil tener el control del tiempo de uso de sus celulares; el 34% encontraba difícil concentrarse cuando tenían un smartphone cerca; el 25% tenía grandes peleas con sus familias por el uso de los dispositivos y el 22% sentía dificultades al estudiar por culpa de los celulares.
Por eso, el gobierno lanzó los campamentos para tratar la adicción al internet. Aunque el programa inició en 2007, se expandió en 2015 para incluir a los teléfonos inteligentes. En solo este año se han realizado 16 campamentos en el país para cerca de 400 estudiantes de educación media y secundaria.
Uno de esos fue a los que asistió Yoo, quien por primera vez en años tuvo que deshacerse de su celular por 12 días y empezar un proceso de “desintoxicación”.