Es una piedra extraordinariamente poderosa y protectora, con una elevada vibración espiritual. Protege del ataque psíquico transmutando la energía en amor. Siendo un tranquilizante natural, la amatista bloquea las tensiones geopáticas y las energías ambientales negativas. Su serenidad potencia los estados elevados de conciencia y meditación. Tiene grandes poderes curativos y limpiadores y potencia la conciencia espiritual. Tradicionalmente se llevaba puesta para evitar la borrachera y tiende a producir sobriedad en las pasiones físicas. Supera adicciones y bloqueos de todo tipo. Usada a nivel superior te abre a otra realidad.
La amatista es extremadamente benéfica para la mente, relajándola o estimulándola, según resulte adecuado. Cuando meditas, aleja tus pensamientos de lo mundano, orientándolos hacia la tranquilidad y una comprensión más profunda. Mentalmente te ayuda a que te sientas menos disperso, más enfocado y en control de tus facultades. Potencia la asimilación de nuevas ideas y conecta la causa con el efecto.
Esta piedra facilita el proceso de toma de decisiones, aportando sentido común e intuiciones espirituales y pone en práctica las decisiones y comprensiones. Mentalmente, calma y sintetiza y ayuda transmitir las señales neuronales dentro del cerebro. Es de ayuda en los casos de insomnio causados por una mente hiperactiva y protege de las pesadillas recurrentes. La amatista potencia la memoria y mejora la motivación, haciéndote más capaz de marcarte objetivos realistas. Puede ayudarte a recordar y comprender los sueños y facilita el proceso de visualización.
La amatista equilibra las subidas y bajadas, favoreciendo el centramiento emocional. Disipa la ira, la furia, el miedo y la ansiedad. Aliviando la tristeza y la pena, ayuda integrar las pérdidas.
La amatista es una de las piedras más espirituales, pues promueve el amor a lo divino, ofreciendo vislumbres de tu verdadera naturaleza y potenciando el desinterés y la sabiduría espiritual. Abre a la intuición y refuerza los dones psíquicos. Esta es un piedra excelente para meditar y para usarla como bola de cristal y puede situarse en el tercer ojo para estimularlo. Dormir con una amatista facilita las experiencias de salida del cuerpo y genera sueños intuitivos. Transmuta las energías inferiores en las frecuencias superiores de los reinos etéricos y espirituales.