Laboratorio Soluna

Salvia

La salvia es un arbusto que alcanza hasta medio metro de altura. Es de hoja perenne y está provista de un tallo cuadrangular cubierto de un vellosidad fina. Las hojas son de forma oblonga, pecioladas, de color verde grisáceo, opuestas de margen dentado regular y lanosas. Su flor de color violeta, grande y bilabiada. Posee una corola con el labio superior erecto.

A pesar de ser una planta originaria de Europa, en todo el mundo existen variedades medicinales de salvia. Además de ser sana, es también agradable al paladar. Entre sus principales componentes encontramos: aceite esencial, saponina, glucosa, vitamina B, vitamina C, principios amargos, sustancias estrógenos y bactericidas, enzimas y potasio.

Es una planta que siempre ha estado relacionada con la salud. Su propio nombre lo indica, ya que salvia viene del latín “salvare” que significa “curar”. Para los griegos antiguos era una planta sagrada empleada para curar enfermedades como hemorragias, heridas, fiebres, cálculos genitourinarios y menstruaciones irregulares, etc.

La salvia tiene propiedades estimulantes. Activa la circulación de la sangre y equilibra el sistema nervioso, lo que hace de esta planta un buen remedio para las personas con anemias, astenia, que están convalecientes y para todas las personas que tienen agotamiento nervioso.

También tiene propiedades astringentes y tonifica el aparato digestivo por lo que es muy útil en caso de diarreas, hemorragias, menstruaciones irregulares, leucorreas, etc. El hecho de que la salvia contenga entre sus principios activos un estrógeno la hace una planta indicada para los trastornos hormonales femeninos que van desde irregularidades menstruales, hasta infertilidad y  también la salvia es una de las plantas más indicadas para atenuar los efectos de la menopausia. Es una buena alternativa a tratamientos de sustitución hormonal a base de estrógenos sintéticos y que pueden llegar a ser peligrosos, porque la salvia alivia considerablemente síntomas de la menopausia como sofocos, náuseas, vértigos, golpes de calor, sudoraciones nocturnas, dolores de cabeza… síntomas todos que acompañan esta época de la mujer.

Además de todo esto, se han hallado en la salvia propiedades antidiabéticas, ya que tomando su decocción se disminuye los niveles de azúcar en la sangre.  Está contraindicada durante los primeros meses del embarazo debido a su propiedad emenagogo. Sin embargo, tomada en el último mes ayuda a tener un parto más rápido y fácil.

Se debe evitar la ingestión en las mujeres que están amamantando, ya que bloquea la producción de leche.

Alteraciones menstruales: Estudios han demostrado que ayuda a controlar alteraciones menstruales gracias a la actividad atrogénica que posee su aceite esencial.

Como astringente: Por ser vulneraria, la alcoholatura del aceite esencial de la salvia es buena para la cicatrización de llagas o úlceras, también es utilizada por vía externa en enjuagues bucales, esto para controlar la gingivitis o la faringitis.

A nivel digestivo: Gracias a su acción colerética, es utilizada para reducir las flatulencias y aliviar los dolores causados por la gastritis.

Acción antisudorífica: El aceite esencial de la salvia paraliza las terminaciones nerviosas de las glándulas sudoríparas, por lo cual se ha recomendado para problemas de sudoración excesiva (hiperhidrosis), así mismo regula las secreciones salivares y lácteas.

Para tratar la diabetes: Es recomendada para tratamientos contra la diabetes por considerarse un buen hipoglucemiante.

Otros usos:Tiene cierta capacidad diurética, por lo cual es recomendada para el tratamiento de la retención urinaria y la cistitis.

Presta grandes beneficios a nivel digestivo, dermatológico, ginecológico, endocrino, urinario y para el sistema nervioso. Se utilizan las hojas en infusión a razón de 4 g por taza, y las flores maceradas en vino, en decocción o extractos de su aceite esencial.

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