Laboratorio Soluna

Un Dolor Para Cada Persona

El dolor, sin importar la patología que lo aqueje, puede ser agudo o crónico. También se le cataloga como leve, moderado o severo. –

Los dolores no son iguales, pero también hay que tener en cuenta que las personas tampoco lo son. Hay quienes tienen una forma diferente de tolerarlo, de enfrentar un proceso de estos. En ello influyen raza, sexo, edad, educación, estatus laboral.

¿Cómo definir el dolor?

El dolor es una sensación y una emoción. La sensación hace referencia a un síntoma, a lo que estoy padeciendo día a día. También es una emoción, porque la persona que lo padece presenta manifestaciones como ansiedad, depresión… y se desespera, grita o muchas veces tan solo se mantiene tranquilo.

¿Se puede hablar de tipos de dolor?

Sí, los hay agudos y crónicos. Se diferencian notoriamente. Puede ser leve, moderado o severo.

¿A qué hace referencia el agudo?

El dolor agudo es el síntoma que atendemos y que nos lleva rápidamente a consulta al médico. Ejemplos: quemaduras, traumas, dolor de dientes, vesículas inflamadas, entre otros. Se caracteriza por no tener un período superior a los 90 días de evolución. En este se busca la causa, se ataca en el menor tiempo posible con analgésicos y se alivia el dolor.

¿De qué da cuenta el crónico?

El dolor crónico, en tanto, es el que el paciente presenta con una evolución superior a los 90 días por cambios que se dan en el sistema nervioso central y sus partes (cerebro, médula espinal, cambios en la morfología de las neuronas, etc).

Aquí el dolor deja de ser síntoma y se convierte en enfermedad, debido a que tiene sus propios mecanismos que lo conservan desde lo neurológico. Su solución es más complicada, ya que no bastan los analgésicos. Se necesita de varias cosas para acabar con él, independientemente de lo que lo haya generado. Ejemplos: artritis rematoidea, fibromialgias, neuropatías diabéticas, y más.

¿Cuál es la relación entre dolor y cuidado paliativo?

El cuidado paliativo es una disciplina en la cual se trabaja con enfermos que están sufriendo de una enfermedad terminal. Puede ser oncológica, neurológica o de pacientes crónicos que no tienen cura y cuyas patologías suelen ser progresivas, aquellas que no se detienen con tratamientos convencionales.

Una situación que se atiende en las unidades de cuidado paliativo de las instituciones médicas es el dolor. Sin embargo, no es el único síntoma que se atiende. Lo que se procura allí es disminuirlo y mantener a la persona lo más tranquila posible hasta su muerte.

Si durante el proceso la situación se hace muy complicada, llegamos a un estado que se llama sedación paliativa para una mejor despedida del paciente.

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